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Arquitectos: Formwerkz Architects
- Área: 1452 m²
- Año: 2018
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Fotografías:Fabian Ong
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Reinterpretando el concepto de claustro como un espacio imbuido de infinitas posibilidades, Casa Claustro organiza sus diversos espacios de vida alrededor de una multitud de pequeños patios.
Esta residencia fue diseñada y construida para una gran familia de Malasia, que busca un equilibrio entre la vida en comunidad, la privacidad y seguridad. A esta familia le gusta mucho la vida social por lo que fue necesario crear un espacio generoso para organizar grandes fiestas y acomodar al menos una docena de invitados. Después de pasar años en Singapur, en uno de los centros urbanos más densos del planeta, la posibilidad de vivir en un gran espacio cercano a la naturaleza causó una enorme conmoción en toda la familia, mientras temían por su seguridad al otro lado del estrecho.
Al enfrentarnos a estos sueños y miedos, nos dejamos guiar por nuestra intuición, buscando desarrollar un proyecto capaz de responder a todas las demandas de esta gran familia. Considerando la superficie total del terreno, casi inmediatamente se nos ocurrió la idea de construir una mansión de un solo piso. La casa de Geoffrey Bawa en la calle 33 en Colombo y la Casa del Fauno en Pompeya (siglo II a.C.) fueron algunas de las principales referencias para el desarrollo de esta excéntrica propuesta.
Vista desde la calle, la casa parece algo discreta en la monumentalidad de su fachada. Revela poco o nada de lo que va a suceder en el interior, excepto las formas oblicuas de los techos de madera que apuntan en direcciones diferentes. Las paredes en sus casi cinco metros de altura refuerzan la sensación de verticalidad del espacio interior, encapsulando el pronunciado desnivel de sus techos inclinados. Dentro de esta propiedad monumental, la casa ocupa sólo un tercio del tamaño del terreno, dejando los otros dos tercios para los jardines, la piscina y también un bloque anexo donde vive la otra parte de la familia.
El espacio central de la casa está definido por una cuadrícula de tres por cuatro, resultando en doce volúmenes, cada uno con un patio. Estas aberturas son esenciales para iluminar y ventilar el vasto plano de la casa. Cada patio es único y difieren en forma y altura, así como en sus dimensiones y orientación. Cada patio alberga un jardín con características diferentes, permitiendo en cada ambiente escuchar la lluvia que cae o ver el azul del cielo.
Los espacios sociales están todos agrupados en el corazón de la casa y pueden ser organizados y reorganizados orgánicamente a lo largo del tiempo, como si ocuparan libremente este tipo de claustro. El omnipresente techo de madera es el elemento llamativo que interconecta y conecta todos los espacios de la casa. Cuando cae la noche, es posible ver desde el exterior, a través de la franja de cristal de la fachada, fragmentos de este importante elemento compositivo, que revela toda la complejidad que se esconde detrás de esta fachada de aspecto sencillo.
Exploramos la casa tropical tradicional, donde los patios y techos dictan la arquitectura y no las paredes y tabiques. Queríamos construir una casa que pudiera evolucionar con el tiempo a medida que la familia crezca y cambie. Estábamos interesados en crear espacios que inspiraran y sensibilizaran a la gente. Diseñamos áreas que se pueden ajustar siguiendo el movimiento del sol durante todo el año, un lugar donde es posible observar los sutiles matices y cambios de las estaciones, una casa que dondequiera que estemos, siempre estaremos acompañados y conscientes de la naturaleza que nos rodea.